Quiero compartir con uds. la opinión de uno de los seguidores de los devaneos y desvaríos de esta rumiante y curvilínea escritora en la web, ya que creo que sus dichos complementan el panorama general sobre Erica Jong que quise trazar el jueves pasado.
Los dejo entonces con la visión de Luciano Tanto (cariñosamente, eleté), a quien no conozco personalmente, pero tengo en la más alta estima desde que nos cruzamos en estos rizomáticos senderos de la web:
querida analía.
lector coetáneo de erica jong, leí sus libros a medida que fueron publicándose. seguí su actuación pública y me enteré de sus tomas de posición sobre muchas cuestiones a medida que se producían (que era mucho más complicado que ahora por las obvias razones técnologicas).
la estrategia de difundir sus ideas haciendo "literatura", fue a la vez un acierto y su cruz (signo terrible masculino y moderno del sufrimiento).
si hubiera expuesto su pensamiento como ensayo no hubiera pasado de ser una curiosidad académica, y eso en el mejor de los casos.
pero como literatura, sus textos eran analizados desde un punto de vista necesariamente estrecho; más aún por el hecho de que se vendían mucho. una señal de carencia según el más extendido prejuicio que rodea al libro, sea cual sea.
colaterales del fenómeno: la mayoría -abrumadora mayoría- de quienes la comentaban eran hombres, y no hace falta que explique el sentido de esta constatación.
a su realidad femenina se agregaba un doble condicionamiento, determinante: judía y estadounidense.
todo esto regado con la salsa más espesa: la denuncia de la falsedad interpretativa de la sexualidad y su valor claramente diferenciado según se hablara de hombres o de mujeres (y freud, el escritor que se creía científico, hizo lo suyo para aumentar el equívoco, con esas tonterías en torno a la envidia del pene (?) y en general sus anacrónicas especulaciones en torno a la capciosa pregunta "¿qué quieren las mujeres?").
discapcidad final. era clara, entendible, sus lectores/as se reconocían en lo que afirmaba, error terrible en una época en la que la cultura estaba dominada por los falsos sabios de las universidades de francia, la mayoría de los cuales ejercían la más confusa y oscura (y en muchos casos risible, como terminó demostrando el famoso libro de sokal y bricmont "imposturas intelectuales").
en fin, erica jong, mezcla de ben jonson, oscar wilde y jonathan swift, si se hubiera disfrazado como george sand y antes de que se revelara su identidad, hubiera sido señalada como maestro de nuestro tiempo. y nótese el genero de la afirmación.
Luciano Tanto
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